domingo, 8 de diciembre de 2013

Puagh! sacré bleu!






















"[...]¡Oh fealdad santa, amiga de castidad, desdeñadora de escándalos, defensora contra los peligros!" Ortensio Lando, Mejor feo que bello.       

"Pero yo, que no he sido formado para estos traviesos deportes ni para cortejar a un amoroso espejo...; yo, groseramente construido y sin la majestuosa gentileza para pavonearme ante una ninfa de libertina desenvoltura: yo, privado de esta bella proporción, desprovisto de todo encanto por la pérfida naturaleza; deforme, sin acabar, enviado antes de tiempo a este latente mundo; terminado a  medias, y eso tan imperfectamente y fuera de la moda [...]" W. Shakespeare, Ricardo III, I.
"¡Oh, encanto de una nada locamente emperifollada!" Baudelaire.
Lo feo, lo desagradable, lo obsceno, lo grotesco, lo caricaturesco, etc. son categorías estéticas que a lo largo de los siglos se han ido conformando; algunas de ellas ya las podíamos encontrar en los dibujos de Leonardo da Vinci o incluso mucho antes, en el mundo clásico en los distintos frescos procedentes de Pompeya, en la decoraciones de los vasos griegos, como también en las diferentes máscaras y estatuas de bronce. Uno de los ejemplos más representativos lo encontramos en el dios Príapo, al cual se le representa con el falo erecto. 


Muchas estas categorías nos pueden conducir a lo cómico y producirnos risa, en otras ocasiones desagrado, y si es algo referente al sexo o a los excrementos, repugnancia.
En la cultura occidental siempre se han visto los asuntos relacionados con la sexualidad, los genitales y las secreciones de forma  pudorosa, repulsiva y con vergüenza a la hora de hablar sobre ellos. Son llamados en ocasiones temas tabú. 

A lo largo de toda la historia del arte numerosos artistas, algunos de forma anónima y otros muy conocidos han optado por la temática de lo grotesco, de mostrar aquel lado no tan bello de las cosas. 


Muchas de estas espectaculares formas e imágenes nos pueden recordar a los retratos caricaturescos de Leonardo, seres deformes "inventados" llenos genialidad. Una de las formas de lo cómico es la caricatura, esta idea podría decirse que es moderna y muchos de los artistas sitúan esta categoría estética en los dibujos de Leonardo. 

La caricatura moderna pretende exagerar un aspecto destacado de la persona y volverlo feo hasta incluso la deformidad. En ocasiones como burla o denunciar un defecto moral a través de uno físico. En el mundo de lo caricaturesco por medio de lo cómico se desvalora, se llega a humillar, pero también se llega a enfatizar el carácter de la persona, mostrándola amable y simpática. Mientras algunos artistas nos muestran crueles y despiadadas caricaturas otros realizan retratos de gran penetración psicológica. 

















Lo fascinante, increíble, alucinante, indescriptible, amorfo, terrorífico, etc. 
¿Quién dice que no puede encarnar algo de belleza?

Fuentes: ECO, Umberto. Historia de la fealdad. Lumen, Barcelona, 2007.

No hay comentarios:

Publicar un comentario